Madres adolescentes , ¿Quién cuida al bebé?
Se ha podido comprobar que la
información es básica entre los jóvenes para evitar embarazos no deseados, pero
que esa información es mucho más efectiva si son las propias familias las que
dialogan con sus hijos y mantienen una actitud abierta ante sus preguntas.
Los estudios revelan como una
tasa elevada de embarazos entre niñas menores de 20 años se dan en contextos
socioeconómicos menos favorecidos y con estilos educativos más autoritarios, lo
que dificulta la comunicación con los hijos sobre estos temas. Incluso, en
muchos de los casos la madre de la adolescente había pasado por la misma
situación anteriormente.
En la mayoría de los casos los
nuevos padres se emancipan, forman pareja y se encargan personalmente de sus
hijos, pero acceden más tarde a su primer trabajo, no logrando empleos
estables.
Sin embargo, por otro lado,
muchas de las parejas de las futuras madres adolescentes derivan la
responsabilidad del embarazo en ellas, ya que las creían responsables de
prevenir el embarazo; y, entre un 10 y un 18%, de las adolescentes sufren la
violencia de sus parejas durante el embarazo.
Muchas de las futuras madres
deciden no abandonar el hogar familiar y seguir viviendo con sus padres, sobre
todo cuando estos le brindan apoyo, aunque claramente la estructura familiar se
ve afectada con la llegada del nuevo bebé.
Abuelos, un gran apoyo para las madres adolescentes
Se ha comprobado que las
adolescentes experimentan un acercamiento a sus madres, junto con sentimientos
positivos, especialmente en las que el padre también toma participación en su
ayuda a la adaptación. En estos casos la madre de la adolescente asume el
protagonismo de la maternidad de su hija, especialmente en los primeros meses
de vida del bebé.
Las principales actividades de
las abuelas son las de cuidar, apoyar, orientar y enseñar; y las jóvenes
sienten el apoyo de sus madres como esencial a la hora de afrontar los cambios
de la maternidad.
Aunque, por lo general, las
madres adolescentes no son conscientes de la situación real que conlleva tener
un bebé y su responsabilidad, con lo que suelen delegar gran parte de su
educación y cuidados a las abuelas. El problema es que esto genera una
confusión en los papeles familiares, y suele ser la razón de los principales
conflictos con sus hijas.
Por otro lado, encontramos que
las nuevas abuelas se encuentran con una situación complicada de manejar, y en
las que se ven frustradas ya que no pueden asumir totalmente la crianza de un
bebé, aunque la madre no sea consciente plenamente de su situación y desatienda
al niño.
Sin duda, un embarazo no deseado
en la adolescencia es uno de los mayores problemas a los que se pueden
enfrentar los padres, así que lo mejor es siempre mantener una actitud muy
comunicativa con ellos sobre el sexo, que son preguntas incómodas, pero
ayudaría a tener una mejor comunicación entre padre e hijos.
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